En cada Grado de la Masonería fluyen ciertas corrientes etéricas a través o alrededor de la columna vertebral de cada iniciado. En la espina dorsal se encuentran tres conductos llamados simpático, vago y central, los cuales corresponden a lo que los Yoguis llaman: Ida, Pingala y Sushuma. Ida y Pingala tienen sus lados izquierdo y derecho respectivamente, y son el sostenido y bemol de la nota Fa de la naturaleza humana que, cuando vibran debidamente despiertas, producen, en ambos lados, vibraciones que subyugan lo inferior por medio de lo superior.
Los dos aires o vibraciones vitales que pasan por el simpático y por el vago provienen de la comente etérica pura que atraviesa el conducto central; cada una tiene una senda particular y convierte la libre corriente espiritual del conducto central en dos vibraciones semimateriales: la positiva y la negativa.
Uno de los objetivos del plan de la Masonería es el de estimular en el cuerpo humano la actividad de estas fuerzas a fin de apresurar la evolución.
En la primera Iniciación del Primer Grado, Ida o el conducto izquierdo, el aspecto femenino en el hombre, se despierta y otorga al candidato la fuerza para dominar sus pasiones y emociones.
En el Segundo Grado, se desenvuelve Pingala o el aspecto masculino, el cual otorga el dominio de la mente.
En el Tercer Grado de Maestro se despierta la energía central y se da paso a la influencia superior del Espíritu, para que ascienda nuevamente hacia el cerebro.
Te invito a que veamos el siguiente video y conozcamos un poco más sobre el tema del Templo Interno y la Masonería.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario