martes, 30 de junio de 2020

El Arte Real: Alquimia


Otra de las artes herméticas es la Alquimia. Así se llamaba en la Antigüedad la ciencia de las transmutaciones, minerales o vegetales, de la naturaleza. Estas operaciones tienen una réplica en el hombre, que puede verse en ellas como en un espejo que reflejara su propio proceso de desarrollo, y simbolizan la posibilidad de la regeneración. Es decir, la de mudar de condición y de forma, a tal punto que la sustancia con que se trabaja -en este caso la psiquis humana en los primeros niveles- pase a ser una cosa distinta de la que conocemos actualmente. Esta búsqueda y hallazgo del Ser es en suma, la auténtica Libertad, no empañada por ningún prejuicio, y puede ser equiparada a un nuevo nacimiento.
  
La Alquimia del medioevo europeo, que trabaja con las transmutaciones de los metales (y minerales en general), utiliza también la notación astrológica para designar las cualidades simbólicas que distinguen a determinados metales.  
 
Esta asociación entre los astros (deidades y energías celestes) y los metales, no es de ningún modo arbitraria, pues hay una correspondencia constante entre lo alto y lo bajo, y son análogas las fuerzas y energías de los cielos (deidades uránicas) y las de la tierra (deidades ctónicas), aunque es imprescindible señalar que se hallan invertidas las unas respecto a las otras. 


Sin embargo estas fuerzas son complementarias y no podrían ser el Universo y el hombre sin la una y la otra pues ellas constituyen la dinámica rítmica, la dialéctica, en que se producen todas las cosas. Por ese motivo el trabajo alquímico, o hermético, se realiza con estas dos energías, armonizándolas, sin excluir ninguna de ellas. 


Si deseas saber más de este interesante tema, te invito a ver el siguiente vídeo:




jueves, 25 de junio de 2020

La Mujer en la Masonería


Ver las imágenes de origen



La masonería femenina tiene el mismo origen de la masonería en general, el cual se remonta, según la constitución de Anderson, al inicio de la Humanidad.


Si revisamos algunos ritos, ceremonias o mitos de las antiguas civilizaciones, podemos ver que en las ceremonias religiosas e iniciáticas participaba la mujer, incluso en muchos de ellos como sacerdotisa.


Muchos sostienen que la masonería es la continuación de los misterios de la Antigüedad y es por ello que otros autores remontan su origen al Egipto faraónico, debido a las leyendas y modelos ritualistas que la masonería adoptó de las Escuelas de misterios egipcios, fundadas por Hermes en sus cultos a Osiris e Isis.


Te invito a que descubras más de este interesante tema, observando el siguiente vídeo.




jueves, 11 de junio de 2020

El Arte Real: Astronomía y Astrología



Los siete planetas giran simbólicamente alrededor del Sol, siendo interiores el mismo Venus, Mercurio, Luna y Tierra, y exteriores los más altos: Marte, Júpiter y Saturno.
  
La palabra Zodiaco, que puede traducirse como 'Rueda de la Vida' (también como Rueda animal), es la secuencia de las doce constelaciones que se encuentran a uno y otro lado de la elíptica, es decir, del plano curvo imaginario en el cual el Sol recorre en un año la totalidad de la esfera celeste.
  
En sus recorridos los astros diseñan formas directamente ligadas a la suerte de la Tierra, y de sus habitantes, los hombres, miembros activos del sistema. Estas condiciones nos signan y nos sirven para conocer nuestros límites, marcados primeramente por el lugar y el tiempo de nuestro nacimiento, y a partir de dichos límites podremos optar por lo ilimitado como fundamento de todo orden verdadero.
  
Desde el comienzo de los tiempos los astros grafican en el cielo una danza contrapuntística y armónica de formas y ritmos computables para el ser humano, el cual, sumido en el caos de un movimiento siempre cambiante, toma esas pautas como más fijas y estables en el transcurrir constante de noches y días que tiende a confundirse en un amorfo sin significado. Estas pautas condicionan su vida, tal cual la cultura en que nacemos, sujeta al devenir histórico y a la determinación geográfica, tampoco ajenos a la sutil influencia de planetas y estrellas.

Para seguir conociendo más de este interesante tema, te invito a ver el siguiente vídeo:



miércoles, 3 de junio de 2020

El Arte Real Cábala: El Árbol de la Vida


"Cábala" significa literalmente "Tradición", y se refiere tanto al legado de la doctrina que fue revelada a los antiguos patriarcas y profetas del pueblo judío, como a la recepción y vivificación de esa doctrina que proviene -como toda Enseñanza verdadera- de la Gran Tradición Unánime.

Bástenos por ahora decir que trabajaremos especialmente con el símbolo del Árbol de la Vida Sefirótico. Este diagrama es un mapa del cosmos, un modelo del universo, y es válido tanto para el hombre como para la creación entera.

Los centros y corrientes de energía que conforman este diagrama están en relación con los números y las letras sagradas, la Astrología, la Alquimia, las láminas del juego del Tarot, la simbólica de la música, y de la geometría, manifestaciones todas ellas de la construcción armónica de la mansión interna.

Este modelo es pues un mándala, un juego de símbolos, un intermediario sintético entre nosotros y lo desconocido, a través de una serie de espíritus, o deidades, que se articulan jalonando un camino mágico evolutivo, que todos los pueblos del mundo han conocido, que constituía el fundamento de su cultura, y al que guardaban como su más preciado secreto. Nos estamos refiriendo a los Misterios de la Iniciación.

Para conocer un poco más de este interesante tema, te invito a ver el siguiente vídeo:



El Arte Real: La Música.


Se sabe que antes de hacerlo por el aire, el sonido se propaga por el éter; este quinto elemento o quintaesencia hermética, es el origen de los cuatro restantes. Por su extrema rarificación inmaterial, superior a la del fuego, con el que a veces se lo identifica, el éter es el vehículo por excelencia de la luz inteligible y el sonido inaudible, cuya naturaleza vibratoria hace ser a todos los elementos una sola y misma cosa, antes de diversificarse a través de los sentidos hasta el mundo exterior. Por su extrema plasticidad, pureza, y receptividad absolutas, la Tradición también ha asimilado simbólicamente este elemento al agua, la sustancia universal. De ahí que la concha marina, cuya forma nos recuerda al yoni femenino y a la oreja humana, sea el representante unánime (como las conchas de agua bendita de los templos cristianos) del poder purificador, productivo y "generativo" de este supra-elemento divino.
 
Es de sobra conocida la leyenda que hace de las conchas las conservadoras del sonido del mar. Esta propagación se realiza en forma ondulatoria, de lo que la espiral es símbolo por excelencia. Diremos además que este símbolo está estrechamente vinculado al logaritmo pentagramático del crecimiento de los seres vivos, lo que explica la estructura espiral misma de las conchas y caracoles, así como la del ácido desoxirribonucleico que preside la cadena genética.

La medicina pitagórica atribuía a la música un poder terapéutico por excelencia. De ello también nos da referencia la Alquimia, cuando hace coincidir los centros musicales con los centros sutiles, y éstos con las octavas del microcosmos humano. Así vemos cómo la música, encarada desde una perspectiva sagrada, es mucho más de lo que parece. Y también que las naturalezas del tiempo y el espacio, del agua y el fuego, unidas indisolublemente en el éter, origen de su vida, siendo fundamentalmente distintas, se tocan en un punto en donde, sin confundirse, se funden en una Armonía Única y Universal.
 
Sócrates, en boca de Platón, confirma a las Musas como las primeras protectoras del arte de la música, de quienes ella recibió su nombre. Como ya hemos afirmado, el tiempo y el espacio se relacionan mutuamente a través del movimiento, y éste no es sino la expresión dinámica o rítmica de una armonía cuyos modelos son los números.

Ritmo y proporción, asimilados respectivamente al tiempo y al espacio, son la métrica por la cual ambos quedan recíprocamente ordenados, conformando la presencia viva de aquella misma armonía que se da por igual en el cielo y en la tierra. La propia geometría que ordena idealmente el espacio, está virtualmente implícita en la música como relación métrica de sus intervalos. Armonía, número y movimiento son pues términos equivalentes y mutables entre sí, en cuanto se refieren a una misma realidad, ya sea la arquitectura sutil y musical del cosmos, el ritmo respiratorio, las pulsaciones del corazón o el compás alterno de las fases diurna y nocturna del día.
 
Para conocer más de este interesante tema, te invito a ver el siguiente vídeo:


LOS MUDRAS

  Los mudras son gestos o posiciones simbólicas de las manos, dedos o el cuerpo en la práctica espiritual y meditativa, principalmente en la...